Sin posibilidad para el descanso y en plena Semana Santa el Cajasol Córdoba 2016 se enfrenta a su enésima final de la temporada. Recibe en Vista Alegre (viernes, 21:00 horas) al Torrons Vicens L’Hospitalet en un duelo que puede ser el último tren de la permanencia en la Adecco Plata.
Un viernes que puede ser de esperanza o de agonía, en función del resultado, pero que el equipo que dirige Manuel Jiménez “Junior” está dispuesto a convertir en “viernes de resurrección”. “Sabemos que es nuestra última oportunidad y que hay que ganar, porque si no, estamos fuera”, sostiene el técnico. La cuestión es, como confirma él mismo, “una cuestión de orgullo y de demostrar que estamos capacitados para competir en esta categoría”, de manera que apela a la “concentración total” como única receta para obtener una victoria que recomponga la moral del equipo. “El principal problema es mental porque llevamos nueve finales consecutivas, con la presión que eso conlleva, y prácticamente hemos dado la cara en todos los partidos a pesar de haber tenido problemas de faltas, técnicas, árbitros…” Por eso, el técnico ha insistido a sus jugadores en la necesidad de jugar muy concentrados los 40 minutos. “No podemos permitirnos ni un solo minuto de relax mental y físico, porque está más que demostrado que los rivales aprietan y que en ese minuto nos sacan del partido.
Sobre el choque en concreto, junior apuesta por aguantar las embestidas iniciales de los catalanes. “Son un equipo que sale muy fuerte. Tenemos que evitar que nos rompan en el primer cuarto, porque nosotros, con el tute físico que llevamos, no estamos como para ir a remolque en el marcador”. De este modo, apuesta por llevar la iniciativa del juego, dominar el ritmo del partido y vigilar de cerca su juego interior, que capitanea un viejo conocido de Vista Alegre, Nate Higgs. “Si controlamos a sus dos interiores -Nate y Mestres- e impedimos que sus bases tengan presencia, podemos ser competitivos”, relata el técnico, que recuerda que “en el partido de la primera vuelta nos atacaron mucho buscando situaciones de bloqueo directo y por ahí nos hicieron mucho daño.
Con todo, la clave del partido, considera el entrenador, girará en torno a la ansiedad. No tenemos que pensar en la permanencia, sino ir minuto a minuto. Lo contrario nos va a llevar a la ansiedad, a ponernos nervioso, a que la cabeza vaya más rápido que las piernas y los brazos y a cometer errores y tomas de decisión equivocadas”, dice. De cualquier forma, insiste, “tenemos que ganar. Llámale presión, o lo que quieras, pero hay que ganar porque si no, estaremos fuera".
jueves, 1 de abril de 2010
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