sábado, 16 de enero de 2010

Nadar y nadar para morir en la orilla (87-90)

El Cajasol Córdoba 2016 cayó derrotado por una exigua diferencia de tres puntos frente al Rayet Guadalajara en un partido que llegó a ir perdiendo por 18 y que pudo haber ganado si la fortuna se hubiera puesto algo de parte de los pupilos de Jesús Martín “Hugo” en los compases finales del choque.

Que el duelo era muy importante para ambos equipos quedó patente desde el primer momento por la intensidad en el juego. Tras los primeros intercambios de canastas, fue el Guadalajara quien terminó por imponer su ritmo cobrando las primeras rentas de consideración en el marcador (10-18) merced a su impresionante juego exterior. No en vano, quince de sus primeros 21 puntos fueron desde más allá del arco de seis veinticinco. Pero el Cajasol no estaba dispuesto a dejarlos marchar. Un entonado Memcic, (hoy sí al nivel de lo que se espera de él) y el repertorio en ataque, con anotación de los cinco jugadores del quinteto inicial, logró estrechar las diferencias (17-23), seis puntos abajo que prácticamente se mantendrían hasta el final del primer cuarto (21-28). Hugo, que había movido bien el banquillo buscando revulsivos al tiempo que descanso para los jugadores llamados a tener más peso al final del choque, se desgañitaba en la banda ante las reiteradas pérdidas de balón de los suyos. La artillería alcarreña seguía martilleando el aro, con Witt, Arjonilla y Joe Alonso, mientras que la anotación local corría a cargo de Griffin (bien en el rebote ofensivo hasta que los árbitros le señalaron dos faltas en ataque casi consecutivas). Ferrer comenzaba a aparecer y los jugadores de rotación, Memcic, Santos y Eloy Rodríguez cumplían. Bajo esas premisas transcurrió el segundo cuarto, con un Guadalajara siempre al frente en el electrónico en diferencias nunca superiores a los nueve puntos y con el Cajasol haciendo la goma detrás. Tan pronto se pasaba del 23-34 al 37-41, que al 40-49 que reflejaba el marcador al descanso.

Tras el paso por los vestuarios, el Guadalajara salió en tromba dispuesto a sentenciar el partido. Guiados por un inspirado Witt y apoyados por los puntos de Núñez y Arjonilla, el partido tomo color manchego en cuestión de cinco minutos para alcanzar la máxima renta del partido (50-68). Y cuando parecía que el partido había terminado, Hugo decidió dar un golpe de efecto jugando al gato y al ratón con el entrenador rival. Si Román Peinado ponía un quinteto alto, el cordobés recurría a sus jugadores bajos para darle más velocidad al partido, y cuando sacaba a sus jugadores de perímetro, mantenía a Griffin, Franco y Memcic en pista. El resultado no pudo ser mejor. Con una asfixiante presión a toda pista, el Cajasol le endosaba un parcial de 19-4 a su rival, enardeciendo a la grada, para llegar con 69-72, que pudo ser empate si hubiera entrado un triple de Garrido, al final del período y con todo por decidir.

Pero nada más comenzar el cuarto definitivo, el Guadalajara puso toda su batería exterior en juego. Cinco triples consecutivos, cuatro visitantes, dos de ellos de Joe Alonso, y uno local, llevaron el 72-84 al marcador, torciendo la remontada de los de Hugo que de nuevo recurrirían al coraje para, en un parcial de 12-2, dejar el partido en el aire (84-86). Múgica anotó para los suyos a falta de un minuto y Griffin, sólo bajo el tablero falló la canasta que hubiera obligado a anotar a los alcarreños para asegurarse un final más tranquilo. Faltó esa pizca de suerte que le ha dado definitivamente la espalda a los de Hugo esta temporada. Por si acaso, Joe Alonso se encargó de poner a su equipo en los 90 puntos, mientras que un triple de Ferrer sobre la bocina maquilló el resultado definitivo hasta el 87-90 final.

La derrota, la octava consecutiva, obliga a los de Hugo a ganar la semana que viene en Ávila si no quieren entrar en la segunda fase también como colistas, complicándose sobremanera la permanencia.