Tras el parón de la copa, el Cajasol Córdoba 2016 regresa a la competición (viernes, 21:00 horas, Palacio Municipal de Deportes Vista Alegre) frente al Real Madrid B con el debut de Manuel Jiménez “Junior” en el banquillo como principal aliciente.
El nuevo primer entrenador coge las riendas del equipo en una situación más que delicada, con nueve derrotas consecutivas a las espaldas, pero con el reto de servir de revulsivo y de hacer reaccionar a los jugadores en un partido que se antoja trascendental para los intereses del conjunto cordobés. Una victoria sobre el filial madridista significaría por un lado forzar al filial merengue a jugar la segunda fase en el grupo de descenso, y por otro, sumar una más que necesitada victoria que añadir al casillero.
Junior es consciente de que el rival “se juega el todo por el todo” y por eso tratará de aprovechar “la ansiedad con la que saltarán a la cancha”.
Según explica el técnico, el real Madrid es un equipo filial peculiar porque “a pesar de que su línea exterior es muy joven, juega con un base y pívots veteranos”. “Ellos inician todos sus movimientos de dentro hacia fuera y utiliza a sus jugadores veteranos para generar ventajas con los aleros, que juegan muy abiertos”, dice. En este sentido, sostiene que “si somos capaces de defender eso y evitar que vayan de tres en tres tendremos mucho ganado.
Asimismo, explica que “nosotros tenemos que jugar con sentido. Sabemos que si vamos al intercambio de golpes llevamos la de perder porque tenemos menos banquillo, así que tenemos que jugar concentrados y con inteligencia”. Pese a todo, apunta que no se van a ver grandes cambios respecto a la forma de jugar del equipo porque “en seis sesiones no se puede cambiar mucho; lo que sí he intentado es hacer más hincapié en el juego de llegada, en ser más incisivos en ataque y dos o tres modificaciones puntuales, pero en lo conceptual no va a haber muchos cambios”.
El técnico se refirió también al proceso de adaptación al frente del equipo, el cual no le ha resultado muy complicado. “Conocía a los jugadores y ellos a mí. Ellos, además han estado muy receptivos, me han ayudado mucho”. Así, señaló que “sacar al equipo de donde está es una labor de todos, no sólo del entrenador, sino también de la directiva y de los aficionados. Este es un proyecto de todos y todos tenemos que trabajar y arrimar el hombro”, dijo.
Pese a todo, subrayó que está “muy satisfecho con el trabajo de sus jugadores en esta semana de entrenamientos”. “Están comprometidos y sabemos que si nos salen las cosas, si corregimos pequeños detalles, si trabajamos y nos acompaña un poco la suerte, el signo va a cambiar”.