jueves, 19 de noviembre de 2009

No hay quinto malo

No hay quinto malo. Bajo esta premisa, el Cajasol Córdoba 2016 viaja a tierras madrileñas (viernes 20, 20:30 horas, Pabellón El Torreón de Pozuelo de Alarcón) donde visita al Real Madrid B en un duelo que debe servir para deshacer la igualdad que ambos mantienen en la tabla con un mismo balance de cuatro victorias y tres derrotas.
Los pupilos de Jesús Martín “Hugo” quieren prolongar su racha a costa de un filial madridista que viene de ganar en la difícil cancha de Illescas y que, a buen seguro, resultará un rival “incómodo y complicado”. Así lo considera Hugo, quien cree que “este es uno de esos partidos en los que la veteranía y la experiencia tienen que servirnos de mucho”.
Si bien, el técnico insiste en la necesidad de no dejar que el equipo caiga en la autocomplacencia ni se deje llevar por la racha de cuatro victorias consecutivas. “Tenemos que ser muy prudentes y humildes y tener muy claro que va a ser un partido de trabajo intenso y concentración durante los cuarenta minutos. No podemos llegar allí creyéndonos superiores porque entonces nos volveremos de vacío”, asegura.
Según analiza, “como buen filial, está formado por jugadores muy jóvenes, con un alto grado de calidad técnica individual y que físicamente pueden dar mucha batalla, de ahí que sea trascendental que seamos capaces de dominar el ritmo del partido y llevar el juego a nuestro terreno”.
Hugo prevé un partido con un tanteador no muy elevado y que seguramente no resultará “demasiado vistoso”. De hecho, la defensa del filial merengue es la segunda mejor del grupo con un promedio de 68 por partido. Sólo el Tíjola ha encajado menos puntos. Pero es que además, es el segundo equipo que menos puntos anota. Sólo el Plasencia de Rafa Gomáriz ha conseguido menos canastas en lo que va de liga.
Para el técnico, los jugadores más destacados del rival están en el perímetro. No en vano, sus máximos anotadores son su base titular, Nicolás Richotti y su escolta, Jorge Santana. “Son jugadores que tienen buena mano, penetradores, que dominan el uno contra uno y que son capaces de repartir juego”. Asimismo, su juego interior se basa, en buena medida, en la aportación e Iñaki de Miguel, un jugador con diez años de experiencia en ACB en equipos como Estudiantes, Lucentum, Unicaja y Cajasol; y de Juanjo López, “un joven ala-pívot que tira muy bien desde fuera y que aporta mucho rebote ofensivo y fuera en la zona”.